jueves, 4 de diciembre de 2014

LECTURAS DEL JUEVES I DE ADVIENTO 4 DE DICIEMBRE SAN JUAN DAMASCENO PRESBITERIO (MORADO O BLANCO)



No todo el que me diga: ‘¡Señor, Señor!’, entrará en el Reino de los cielos.







ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 118, 151-152) 

Tú estás cerca, Señor, y todos tus caminos son rectos. Desde el principio comprendí que tu alianza la estableciste para siempre. 

ORACIÓN COLECTA 

Despierta, Señor, tu poder y ven con gran fuerza en nuestra ayuda, para que, lo que nuestros pecados habían impedido, lo apresure la gracia de tu benignidad. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. 

LITURGIA DE LA PALABRA

El pueblo justo se mantiene fiel al Señor.

Del libro del profeta Isaías: 26, 1-6 

Aquel día se cantará este canto en el país de Judá: “Tenemos una ciudad fuerte; ha puesto el Señor, para salvarla, murallas y baluartes. Abran las puertas para que entre el pueblo justo, el que se mantiene fiel, el de ánimo firme para conservar la paz, porque en ti confió. Confíen siempre en el Señor, porque el Señor es nuestra fortaleza para siempre; porque él doblegó a los que habitaban en la altura; a la ciudad excelsa la humilló, la humilló hasta el suelo, la arrojó hasta el polvo donde la pisan los pies, los pies de los humildes, los pasos de los pobres”. 

Palabra de Dios. 

Te alabamos Señor.

Del salmo 117 

R/. Bendito el que viene en el nombre del Señor. 

Te damos gracias, Señor, porque eres bueno, porque tu misericordia es eterna. Más vale refugiarse en el Señor, que poner en los hombres la confianza; más vale refugiarse en el Señor, que buscar con los fuertes una alianza. R/. 

Ábranme las puertas del templo, que quiero entrar a dar gracias a Dios. Ésta es la puerta del Señor y por ella entrarán los que le viven fieles. Te doy gracias, Señor, pues me escuchaste y fuiste para mí la salvación. R/. 

Libéranos, Señor, y danos tu victoria. Bendito el que viene en nombre del Señor. Que Dios desde su templo nos bendiga. Que el Señor, nuestro Dios, nos ilumine. R/. 

ACLAMACIÓN (Is 55, 6) 



R/. Aleluya, aleluya. 

Busquen al Señor mientras lo pueden encontrar, invóquenlo mientras está cerca. R/. 


El que cumple la voluntad de mi Padre entrará en el Reino de los cielos. 

Del santo Evangelio según san Mateo: 7, 21. 24-27 


En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “No todo el que me diga: ‘¡Señor, Señor!’, entrará en el Reino de los cielos, sino el que cumpla la voluntad de mi Padre, que está en los cielos. 

El que escucha estas palabras mías y las pone en práctica, se parece a un hombre prudente, que edificó su casa sobre roca. Vino la lluvia, bajaron las crecientes, se desataron los vientos y dieron contra aquella casa; pero no se cayó, porque estaba construida sobre roca. 

El que escucha estas palabras mías y no las pone en práctica, se parece a un hombre imprudente, que edificó su casa sobre arena. Vino la lluvia, bajaron las crecientes, se desataron los vientos, dieron contra aquella casa y la arrasaron completamente”. 

Palabra del Señor. 

Gloria a ti, Señor Jesús. 

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS 

Recibe, Señor, estos dones que te ofrecemos, tomados de los mismos bienes que nos has dado, y haz que lo que nos das en el tiempo presente para aumento de nuestra devoción, se convierta para nosotros en prenda de tu redención eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor. 

Prefacio I o III de Adviento. 

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Tit 2, 12-13 )

Vivamos ya desde ahora de una manera sobria, justa y fiel, en espera de la gloriosa venida del gran Dios y Salvador. 

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN 

Te pedimos, Señor, que nos aprovechen los misterios en que hemos participado, mediante los cuales, mientras caminamos  en medio de las cosas pasajeras, nos inclinas ya desde ahora a anhelar las realidades celestiales y a poner nuestro apoyo en las que han de durar para siempre. Por Jesucristo, nuestro Señor. 


SAN JUAN DAMASCENO PRESBÍTERO Y DOCTOR DE LA IGLESIA.




ORACIÓN COLECTA 

Concédenos, Señor, que nos sirvan de ayuda las oraciones del presbítero san Juan Damasceno, para que la verdadera fe, que él enseñó de manera tan eminente, sea siempre nuestra luz y nuestra fortaleza. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. 

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS 

Al celebrar estos divinos misterios, te suplicamos, Señor, que el Espíritu Santo derrame sobre nosotros la luz de la fe que iluminó a san Juan Damasceno para propagar tu gloria sin descanso. Por Jesucristo, nuestro Señor. 

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Fortalecidos, Señor, con el alimento celestial, te suplicamos humildemente que, siguiendo las enseñanzas de san Juan Damasceno, perseveremos siempre en acción de gracias por los dones recibidos. Por Jesucristo, nuestro Señor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario