lunes, 22 de octubre de 2018

LECTURAS DEL LUNES XXIX DEL T. ORDINARIO 22 DE OCTUBRE SAN JUAN PABLO II PAPA (BLANCO)


Esta misma noche vas a morir. ¿Para quién serán todos tus bienes?







ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Sir 45, 30

El Señor hizo con él una alianza de paz, lo puso al frente de su pueblo y lo constituyó sacerdote para siempre.

ORACIÓN COLECTA



Dios nuestro, rico en misericordia, que has querido que san Juan Pablo II, Papa guiara a toda tu Iglesia, te pedimos que, instruidos por sus enseñanzas, nos concedas abrir confiadamente nuestros corazones a la gracia salvadora de Cristo, único redentor del hombre. El que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.

LITURGIA DE LA PALABRA

Nos dio la vida en Cristo y nos ha reservado un sitio en el cielo.

De la carta del apóstol san Pablo a los efesios: 2, 1-10


Hermanos: Ustedes estaban muertos por sus delitos y pecados, porque en otro tiempo vivían según los criterios de este mundo, obedeciendo al que está al frente de las fuerzas invisibles del mal, a ese espíritu que ejerce su acción ahora sobre los que resisten al Evangelio. Entre ellos estuvimos también nosotros, pues en otro tiempo vivíamos sujetos a los instintos, deseos y pensamientos de nuestro desorden y egoísmo, y estábamos naturalmente destinados al terrible castigo de Dios, como los demás.



Pero la misericordia y el amor de Dios son muy grandes; porque nosotros estábamos muertos por nuestros pecados, y él nos dio la vida con Cristo y en Cristo. Por pura generosidad suya, hemos sido salvados. Con Cristo y en Cristo nos ha resucitado, y con él nos ha reservado un sitio en el cielo. Así, en todos los tiempos, Dios muestra por medio de Cristo Jesús, la incomparable riqueza de su gracia y de su bondad para con nosotros.

En efecto, ustedes han sido salvados por la gracia, mediante la fe; y esto no se debe a ustedes mismos, sino que es un don de Dios. Tampoco se debe a las obras, para que nadie pueda presumir, porque somos hechura de Dios, creados por medio de Cristo Jesús para hacer el bien que Dios ha dispuesto que hagamos. 

Palabra de Dios. 

Te alabamos, Señor.




Salmo 99


R/. El Señor es nuestro dueño.


Alabemos a Dios todos los hombres, sirvamos al Se-ñor con alegría y con júbilo entremos en su templo. R/.



Reconozcamos que el Señor es Dios, que él fue quien nos hizo y somos suyos, que somos su pueblo y su rebaño. R/.

Entremos por sus puertas dando gracias, crucemos por sus atrios entre himnos, alabando al Señor y bendiciéndolo. R/.

Porque el Señor es bueno, bendigámoslo, porque es eterna su misericordia y su fidelidad nunca se acaba. R/.



ACLAMACIÓN  Mt 5, 3






R/. Aleluya, aleluya.


Dichosos los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los cielos. R/.

¿Para quién serán todos tus bienes?

Del santo Evangelio según san Lucas: 12, 13-21


En aquel tiempo, hallándose Jesús en medio de una multitud, un hombre le dijo: "Maestro, dile a mi hermano que comparta conmigo la herencia". Pero Jesús le contestó: "Amigo, ¿quién me ha puesto como juez en la distribución de herencias?" Y dirigiéndose a la multitud, dijo: "Eviten toda clase de avaricia, porque la vida del hombre no depende de la abundancia de los bienes que posea".


Después les propuso esta parábola: "Un hombre rico obtuvo una gran cosecha y se puso a pensar: `¿Qué haré, porque no tengo ya en dónde almacenar la cosecha? Ya sé lo que voy a hacer: derribaré mis graneros y construiré otros más grandes para guardar ahí mi cosecha y todo lo que tengo. Entonces podré decirme: Ya tienes bienes acumulados para muchos años; descansa, come, bebe y date a la buena vida'.

Pero Dios le dijo: `¡Insensato! Esta misma noche vas a morir. ¿Para quién serán todos tus bienes?' Lo mismo le pasa al que amontona riquezas para sí mismo y no se hace rico de lo que vale ante Dios".

Palabra del Señor. 

Gloria a ti, Señor Jesús.


ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Recibe, Señor, este sacrificio que, para tu gloria, tu pueblo ofrece en honor de san Juan Pablo II, y concédenos alcanzar la eterna salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Jn 10, 11

El buen Pastor da la vida por sus ovejas.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Señor, Dios nuestro, los sacramentos que hemos recibido fortalezcan en nosotros el fuego de la caridad que encendió con ímpetu a san Juan Pablo II y lo llevó a entregarse siempre por tu Iglesia. Por Jesucristo, nuestro Señor.como verdaderos cristianos. Por Jesucristo, nuestro Señor.

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