domingo, 3 de marzo de 2019

LECTURAS DEL DOMINGO VIII DEL T. ORDINARIO 3 DE MARZO (VERDE)


¿Puede acaso un ciego guiar a otro ciego? ¿No caerán los dos en un hoyo? 







ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Sal 17, 19-20

El Señor es mi refugio, lo invoqué y me libró. Me salvó porque me ama.

ORACIÓN COLECTA

Concédenos, Señor, que tú poder pacificador dirija el curso de los acontecimientos del mundo y que tu Iglesia se regocije al poder servirte con tranquilidad. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.

LITURGIA DE LA PALABRA

No alabes a nadie antes de que hable.

Del libro del Eclesiástico (Sirácide): 27, 5-8


Al agitar el cernidor, aparecen las basuras; en la discusión aparecen los defectos del hombre. En el horno se prueba la vasija del alfarero; la prueba del hombre está en su razonamiento. El fruto muestra cómo ha sido el cultivo de un árbol; la palabra muestra la mentalidad del hombre. 



Nunca alabes a nadie antes de que hable, porque esa es la prueba del hombre. 


Palabra de Dios. 

Te alabamos, Señor.




Del salmo 91


R/. ¡Qué bueno es darte gracias, Señor!


¡Qué bueno es darte gracias, Dios altísimo, y celebrar tu nombre, pregonando tu amor cada mañana y tu fidelidad, todas las noches! R/.



Los justos crecerán como las palmas, como los cedros en los altos montes; plantados en la casa del Señor, en medio de sus atrios darán flores. R/.


Seguirán dando fruto en su vejez, frondosos y lozanos como jóvenes, para anunciar que en Dios, mi protector, ni maldad ni injusticia se conocen. R/.


Nos ha dado la victoria por nuestro Señor Jesucristo.

De la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios: 15, 54-58


Hermanos: Cuando nuestro ser corruptible y mortal se revista de incorruptibilidad e inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra de la Escritura: La muerte ha sido aniquilada por la victoria. ¿Dónde está, muerte, tu victoria? ¿Dónde está, muerte, tu aguijón? El aguijón de la muerte es el pecado y la fuerza del pecado es la ley. Gracias a Dios, que nos ha dado la victoria por nuestro Señor Jesucristo. 



Así pues, hermanos míos muy amados, estén firmes y permanezcan constantes, trabajando siempre con fervor en la obra de Cristo, puesto que ustedes saben que sus fatigas no quedarán sin recompensa por parte del Señor. 


Palabra de Dios. 

Te alabamos, Señor.



ACLAMACIÓN  Cfr. Fil 2, 15. 16












R/ Aleluya, aleluya.


Iluminen al mundo con la luz del Evangelio reflejada en su vida. R/.

La boca habla de lo que está lleno el corazón.

Del santo Evangelio según san Lucas: 6, 39-45


En aquel tiempo, Jesús propuso a sus discípulos este ejemplo: "¿Puede acaso un ciego guiar a otro ciego? ¿No caerán los dos en un hoyo? El discípulo no es superior a su maestro; pero cuando termine su aprendizaje, será como su maestro. 



¿Por qué ves la paja en el ojo de tu hermano y no la viga que llevas en el tuyo? ¿Cómo te atreves a decirle a tu hermano: 'Déjame quitarte la paja que llevas en el ojo', si no adviertes la viga que llevas en el tuyo? ¡Hipócrita! Saca primero la viga que llevas en tu ojo y entonces podrás ver, para sacar la paja del ojo de tu hermano. 


No hay árbol bueno que produzca frutos malos, ni árbol malo que produzca frutos buenos. Cada árbol se conoce por sus frutos. No se recogen higos de las zarzas, ni se cortan uvas de los espinos. 

El hombre bueno dice cosas buenas, porque el bien está en su corazón; y el hombre malo dice cosas malas, porque el mal está en su corazón, pues la boca habla de lo que está lleno el corazón". 

Palabra del Señor. 

Gloria a ti, Señor Jesús.


Se dice Credo.

PLEGARIA UNIVERSAL


Invoquemos, queridos hermanos, a Dios Padre todopoderoso y pidámosle que venga en ayuda de su pueblo y lo socorra en sus necesidades.



Pidamos al Señor, presente en su Iglesia, que la vivifique y haga agradable a sus ojos, para que pueda alabarlo con los ángeles del cielo.


Oremos por los que tienen autoridad en el mundo: que su gobierno sea justo para la tranquilidad de la Iglesia y el bienestar de todos los pueblos.

Oremos por los que viven lejos de su hogar, por los que están de viaje y por los que se encuentran en peligro, para que Dios les envíe sus ángeles y los proteja de todo mal.

Oremos por el pueblo aquí reunido, para que el Señor perdone nuestras culpas, nos revele su luz y nos conceda proclamar con valentía el nombre de su Hijo. 

Escucha, Señor, nuestras oraciones y haz que la palabra que resuena en tu Iglesia como fuente de sabiduría y norma de vida, nos ayude a comprender y amar a nuestros hermanos, para que nunca seamos jueces presuntuosos, sino portadores de bondad y de paz. Por Jesucristo, nuestro Señor.


ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Señor Dios, que haces tuyas nuestra ofrendas, que tú mismo nos das para dedicarlas a tu nombre, concédenos que también nos alcancen la recompensa eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Sal 12, 6

Cantaré al Señor por el bien que me ha hecho, y entonaré un himno de alabanza al Dios Altísimo.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Alimentados por estos dones de salvación, suplicamos, Señor, tu misericordia, para que este sacramento que nos nutre en nuestra vida temporal nos haga partícipes de la vida eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.

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