martes, 27 de agosto de 2019

LECTURAS DEL MARTES XXI DEL T. ORDINARIO 27 DE AGOSTO SANTA MÓNICA (BLANCO)


¡Fariseo ciego!, limpia primero por dentro el vaso y así quedará también limpio por fuera.







ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Pr 31, 30, 28

La mujer que teme al Señor es digna de alabanzas. Sus hijos la llenarán de bendiciones y su marido, de elogios.

ORACIÓN COLECTA

Dios nuestro, consuelo de los afligidos, que acogiste misericordiosamente las piadosas lágrimas de santa Mónica por la conversión de su hijo Agustín, concédenos, por la intercesión de ambos, arrepentimos sinceramente de nuestros pecados y alcanzar la gracia de tu perdón. Por nuestro Señor Jesucristo...

LITURGIA DE LA PALABRA

Queríamos entregarles, no sólo el evangelio de Dios, sino también nuestra propia vida.

De la primera carta del apóstol san Pablo a los tesalonicenses: 2, 1-8


Hermanos: Bien saben que nuestra estancia entre ustedes no fue inútil, pues a pesar de los sufrimientos e injurias que padecimos en Filipos y que ya conocen, tuvimos el valor, apoyados en nuestro Dios, de predicarles su Evangelio en medio de una fuerte oposición.


Es que nuestra predicación no nace del error ni de intereses mezquinos ni del deseo de engañarlos, sino que predicamos el evangelio de acuerdo con el encargo que Dios, considerándonos aptos, nos ha hecho, y no para agradar a los hombres, sino a Dios, que es el que conoce nuestros corazones.

Nunca nos hemos presentado, bien lo saben ustedes y Dios es testigo de ello, con palabras aduladoras ni con disimulada codicia, ni hemos buscado las alabanzas de ustedes ni las de nadie. Aunque hubiéramos podido imponerles nuestra autoridad, como apóstoles de Cristo, sin embargo los tratamos con la misma ternura con la que una madre estrecha en su regazo a sus pequeños. Tan grande es nuestro afecto por ustedes, que hubiéramos querido entregarles no solamente el Evangelio de Dios, sino también nuestra propia vida, porque han llegado ustedes a sernos sumamente queridos.

Palabra de Dios. 

Te alabamos, Señor.


Del salmo 138 

R/. Condúceme, Señor, por tu camino.


Tú me conoces, Señor, profundamente: tú conoces cuándo me siento y me levanto, desde lejos sabes mis pensamientos, tú observas mi camino y mi descanso, todas mis sendas te son familiares. R/.


Apenas la palabra está en mi boca, y ya, Señor, te la sabes completa. Me envuelves por todas partes y tienes puesta sobre mí tu mano. Ésta es una ciencia misteriosa para mí, tan sublime, que no la alcanzo. R/.



ACLAMACIÓN Hb 4, 12 







R/. Aleluya, aleluya.



La palabra de Dios es viva y eficaz y descubre los pensamientos e intenciones del corazón. R/.


Esto es lo que tenían que practicar, sin descuidar aquello.

Del santo Evangelio según san Mateo: 23, 23-26


En aquel tiempo, Jesús dijo a los escribas y fariseos: "¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, porque pagan el diezmo de la menta, del anís y del comino, pero descuidan lo más importante de la ley, que son la justicia, la misericordia y la fidelidad! Esto es lo que tenían que practicar, sin descuidar aquello. ¡Guías ciegos, que cuelan el mosquito, pero se tragan el camello!

¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, que limpian por fuera los vasos y los platos, mientras que por dentro siguen sucios con su rapacidad y codicia! ¡Fariseo ciego!, limpia primero por dentro el vaso y así quedará también limpio por fuera".

Palabra del Señor. 

Gloria a ti, Señor Jesús.


ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Por las ofrendas que te presentamos, Señor, en la conmemoración de santa Mónica, te rogamos que nos concedas el perdón de nuestros pecados y la salvación eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Mt 13, 45-46

El Reino de los cielos se parece a un comerciante que anda en busca de perlas finas, que al encontrar una perla muy valiosa, vende cuanto tiene y la compra.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Dios todopoderoso, que la celebración de este santo sacramento, en la festividad de santa Mónica, nos ilumine y nos inflame, de modo que ardamos siempre en santos deseos y abundemos en toda obra buena. Por Jesucristo, nuestro Señor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario