domingo, 2 de agosto de 2020

LECTURAS DEL DOMINGO XVIII DEL T. ORDINARIO 2 DE AGOSTO (VERDE)


Denles ustedes de comer.






ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 69, 2. 6

Dios mío, ven en mi ayuda; Señor, date prisa en socorrerme. Tú eres mi auxilio y mi salvación; Señor, no tardes.

ORACIÓN COLECTA

Ayuda, Señor, a tus siervos, que imploran tu continua benevolencia, y ya que se glorían de tenerte como su creador y su guía, renueva en ellos tu obra creadora y consérvales los dones de tu redención. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.

LITURGIA DE LA PALABRA

Vengan a comer.

Del libro del profeta Isaías: 55, 1-3

Esto dice el Señor: "Todos ustedes, los que tienen sed, vengan por agua; y los que no tienen dinero, vengan, tomen trigo y coman; tomen vino y leche sin pagar. ¿Por qué gastar el dinero en lo que no es pan y el salario, en lo que no alimenta? Escúchenme atentos y comerán bien, saborearán platillos sustanciosos. Préstenme atención, vengan a mí, escúchenme y vivirán. Sellaré con ustedes una alianza perpetua, cumpliré las promesas que hice a David". 

Palabra de Dios. 

Te alabamos, Señor.

Del salmo 144 

R/. Abres, Señor, tu mano y nos sacias de favores.


El Señor es compasivo y misericordioso, lento para enojarse y generoso para perdonar. Bueno es el Señor para con todos y su amor se extiende a todas sus creaturas. R/.

A ti, Señor, sus ojos vuelven todos y tú los alimentas a su tiempo. Abres, Señor, tus manos generosas y cuantos viven quedan satisfechos. R/.

Siempre es justo el Señor en sus designios y están llenas de amor todas sus obras. No está lejos de aquellos que lo buscan; muy cerca está el Señor, de quien lo invoca. R/.


Nada podrá apartarnos del amor que Dios nos ha manifestado en Cristo Jesús.

De la carta del apóstol san Pablo a los romanos: 8, 35. 37-39

Hermanos: ¿Qué cosa podrá apartarnos del amor con que nos ama Cristo? ¿Las tribulaciones? ¿Las angustias? ¿La persecución? ¿El hambre? ¿La desnudez? ¿El peligro? ¿La espada?


Ciertamente de todo esto salimos más que victoriosos, gracias a aquel que nos ha amado; pues estoy convencido de que ni la muerte ni la vida, ni los ángeles ni los demonios, ni el presente ni el futuro, ni los poderes de este mundo, ni lo alto ni lo bajo, ni creatura alguna podrá apartarnos del amor que nos ha manifestado Dios en Cristo Jesús. 

Palabra de Dios. 

Te alabamos, Señor.



ACLAMACIÓN Mt 4, 4 





R/. Aleluya, aleluya.


No sólo de pan vive el hombre, sino también de toda palabra que sale de la boca de Dios. R/.


Comieron todos hasta saciarse.

Del santo Evangelio según san Mateo: 14, 13-21

En aquel tiempo, al enterarse Jesús de la muerte de Juan el Bautista, subió a una barca y se dirigió a un lugar apartado y solitario. Al saberlo la gente, lo siguió por tierra desde los pueblos. Cuando Jesús desembarcó, vio aquella muchedumbre, se compadeció de ella y curó a los enfermos.


Como ya se hacía tarde, se acercaron sus discípulos a decirle: "Estamos en despoblado y empieza a oscurecer. Despide a la gente para que vayan a los caseríos y compren algo de comer". Pero Jesús les replicó: "No hace falta que vayan. Denles ustedes de comer". Ellos le contestaron: "No tenemos aquí más que cinco panes y dos pescados". Él les dijo: "Tráiganmelos".

Luego mandó que la gente se sentara sobre el pasto. Tomó los cinco panes y los dos pescados, y mirando al cielo, pronunció una bendición, partió los panes y se los dio a los discípulos para que los distribuyeran a la gente. Todos comieron hasta saciarse, y con los pedazos que habían sobrado, se llenaron doce canastos. Los que comieron eran unos cinco mil hombres, sin contar a las mujeres y a los niños. 

Palabra del Señor. 

Gloria a ti, Señor Jesús.


Se dice Credo.

PLEGARIA UNIVERSAL

Jesús sentía compasión por la gente, curaba a los enfermos, ayudaba a los necesitados. Presentemos también nosotros a Dios nuestras necesidades, las de la Iglesia y las del mundo entero.

Después de cada petición diremos: Escúchanos, Padre.


Por la Iglesia, por todos los cristianos. Que sepamos ofrecer al mundo la fe en Jesús, alimento que sacia el hambre más profunda de las personas.Oremos.

Por todos los que gozan de unos días de descanso, por todos los que están lejos de su tierra y de sus seres queridos. Oremos.

Por todas las actividades pastorales  que se realizan en nuestra parroquia (comunidad) para que se puedan reanudar pronto. Que ayuden a transmitir y a vivir los valores del Evangelio. Oremos.

Por todos nosotros, reunidos para celebrar la Eucaristía. Que esta celebración alimente nuestra vida de fe y nos mueva a dar testimonio. Oremos.

Escucha, Padre, nuestras oraciones, y haz que podamos saciarnos de la vida que nos ofreces. Por Jesucristo, nuestro Señor...


ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Santifica, Señor, por tu piedad, estos dones y al recibir en oblación este sacrificio espiritual, conviértenos para ti en una perenne ofrenda. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Prefacio para los domingos del Tiempo Ordinario.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Sb 16, 20

Nos has enviado, Señor, pan del cielo, que encierra en sí toda delicia, y satisface todos los gustos.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN


Acompaña, Señor, con tu permanente auxilio, a quienes renuevas con el don celestial, y a quienes no dejas de proteger, concédeles ser cada vez más dignos de la eterna redención. Por Jesucristo, nuestro Señor.

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