viernes, 22 de enero de 2021

LECTURAS DEL SÁBADO II DEL T. ORDINARIO 23 DE ENERO (VERDE)

 

En aquel tiempo, Jesús entró en una casa con sus discípulos y acudió tanta gente, que no los dejaban ni comer.







ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 105, 47

Sálvanos, Señor, Dios nuestro, y reúnenos de entre las naciones, para que podamos celebrar tu santo nombre y cantar tu alabanza.

ORACIÓN COLECTA

Atiende complacido, Señor, las plegarias de tu pueblo y concede que los corazones de los fieles se unan en tu alabanza y en común arrepentimiento, hasta que, superada toda división entre los cristianos, en perfecta comunión con la Iglesia avancemos gozosos hacia tu reino eterno. Por nuestro Señor Jesucristo...

LITURGIA DE LA PALABRA

Con su propia sangre, Cristo entró para siempre en el santuario.

De la carta a los hebreos: 9, 2-3. 6-7. 11-14

Hermanos: En la antigua alianza, el santuario estaba dispuesto de tal manera que, en una primera tienda, llamada el "lugar santo", se hallaban el candelabro y la mesa con los panes sagrados; separada por un velo, había una segunda tienda, llamada el "lugar santísimo". Al "lugar santo" entraban los sacerdotes todos los días para celebrar el culto; pero al "lugar santísimo" entraba una vez al año el sumo sacerdote, él solo, llevando consigo sangre de animales para ofrecerla en expiación por sus propios pecados y por los del pueblo.

Ahora bien, cuando Cristo se presentó como sumo sacerdote que nos obtiene los bienes definitivos, penetró una sola vez y para siempre en el "lugar santísimo", a través de una tienda, que no estaba hecha por mano de hombre, ni pertenecía a esta creación. No llevó consigo sangre de animales, sino su propia sangre, con la cual nos obtuvo una redención eterna. Porque si la sangre de los machos cabríos y de los becerros y las cenizas de una ternera, cuando se esparcían sobre los impuros, eran capaces de conferir a los israelitas una pureza legal, meramente exterior, ¡cuánto más la sangre de Cristo purificará nuestra conciencia de todo pecado, a fin de que demos culto al Dios vivo, ya que a impulsos del Espíritu Santo, se ofreció a sí mismo como sacrificio inmaculado a Dios, y así podrá purificar nuestra conciencia de las obras que conducen a la muerte, para servir al Dios vivo!

Palabra de Dios. 

Te alabamos, Señor.


Del salmo 46

R/. Entre voces de júbilo, Dios asciende a su trono.

Aplaudan, pueblos todos; aclamen al Señor, de gozo llenos, que el Señor, el Altísimo, es terrible y de toda la tierra, rey supremo. R/.

Entre voces de júbilo y trompetas, Dios, el Señor, asciende hasta su trono. Cantemos en honor de nuestro Dios, al rey honremos y cantemos todos. R/.

Porque Dios es el rey del universo, cantemos el mejor de nuestros cantos. Reina Dios sobre todas las naciones desde su trono santo. R/.


ACLAMACIÓN  Cfr. Hch 16, 14



R/. Aleluya, aleluya.


Abre, Señor, nuestros corazones, para que comprendamos las palabras de tu Hijo. R/.

Sus parientes decían que se había vuelto loco.

Del santo Evangelio según san Marcos: 3, 20-21

En aquel tiempo, Jesús entró en una casa con sus discípulos y acudió tanta gente, que no los dejaban ni comer. Al enterarse sus parientes, fueron a buscarlo, pues decían que se había vuelto loco.



Palabra del Señor. 

Gloria a ti, Señor Jesús.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Señor, al celebrar el memorial de nuestra salvación, imploramos humildemente tu clemencia, a fin de que este sacramento de amor sea para nosotros signo de unidad y vínculo de caridad. Por Jesucristo, nuestro Señor.

PREFACIO: La unidad de la Iglesia, cuerpo de Cristo.

En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno. Por él nos has conducido al conocimiento de la verdad, para que fuéramos hechos miembros de su cuerpo mediante el vínculo de una misma fe y un mismo bautismo; por él has enviado sobre todos los pueblos a tu Espíritu Santo, quien, en la diversidad de sus dones, es admirable constructor de la Iglesia y autor de la unidad, habita en tus hijos de adopción y colma y gobierna a toda la Iglesias. Por eso, unidos al coro de los ángeles, te alabamos con alegría, diciendo: Santo, Santo, Santo ...

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. 1 Co 10, 17

Todos los que participamos de un mismo pan y de un mismo cáliz, somos un solo cuerpo como uno solo es el pan.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Señor, que esta santa comunión, que acabamos de recibir, así como significa la unión de los fieles en ti, así también lleve a efecto la unidad de tu Iglesia. Por Jesucristo, nuestro Señor.

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