lunes, 8 de julio de 2024

LECTURAS DEL LUNES XIV DEL T. ORDINARIO 8 DE JULIO (VERDE)

 

Jesús, volviéndose, la miró y le dijo: "Hija, ten confianza; tu fe te ha curado".



Misa para dar gracias a Dios MR, p. 1163 (1155) / Lecc. II, p. 533


ANTÍFONA DE ENTRADA Ef 5, 19-20

Canten con todo el corazón las alabanzas al Señor. Den continuamente gracias a Dios Padre por todas las cosas, en nombre de nuestro Señor Jesucristo.

ORACIÓN COLECTA

Dios nuestro, que siempre nos escuchas en nuestra aflicción, te damos gracias por tu bondad y te pedimos que, liberados de todos los males, podamos servirte siempre con alegría. Por nuestro Señor Jesucristo...

LITURGIA DE LA PALABRA

Yo te desposaré conmigo para siempre.

Del libro del profeta Oseas: 2, 16. 17-18. 21-22

Esto dice el Señor: "Yo conduciré a Israel, mi esposa infiel, al desierto y le hablaré al corazón. Ella me responderá allá, como cuando era joven, como el día en que salió de Egipto. Aquel día, palabra del Señor, ella me llamará 'Esposo mío', y no me volverá a decir Saal mío'. Israel, yo te desposaré conmigo para siempre. Nos uniremos en la justicia y la rectitud, en el amor constante y la ternura; yo te desposaré en la fidelidad y entonces tú conocerás al Señor". 

Palabra de Dios. 

Te alabamos, Señor.

Del salmo 144

R/. El Señor es compasivo y misericordioso.

Un día tras otro, Señor, bendeciré tu nombre y no cesará mi boca de alabarte. Muy digno de alabanza es el Señor, por ser su grandeza incalculable. R/.

Cada generación a la que sigue anunciará tus obras y proezas. Se hablará de tus hechos portentosos, del glorioso esplendor de tu grandeza. R/.

Alabarán tus maravillosos prodigios y contarán tus grandes acciones; difundirán la memoria de tu inmensa bondad y aclamarán tus victorias. R/.

El Señor es compasivo y misericordioso, lento para enojarse y generoso para perdonar. Bueno es el Señor para con todos y su amor se extiende a todas sus creaturas. R/.

ACLAMACIÓN  Cfr. 2 Tm 1, 10





R/. Aleluya, aleluya.


Jesucristo, nuestro Salvador, ha vencido la muerte y ha hecho resplandecer la vida por medio del Evangelio. R/.

Mi hija acaba de morir; pero ven tú y volverá a vivir

Del santo Evangelio según san Mateo: 9, 18-26

En aquel tiempo, mientras Jesús hablaba, se le acercó un jefe de la sinagoga, se postró ante él y le dijo: "Señor, mi hija acaba de morir; pero ven tú a imponerle las manos y volverá a vivir".

Jesús se levantó y lo siguió, acompañado de sus discípulos. Entonces, una mujer que padecía flujo de sangre desde hacía doce años, se le acercó por detrás y le tocó la orilla del manto, pues pensaba: "Con sólo tocar su manto, me curaré".

Jesús, volviéndose, la miró y le dijo: "Hija, ten confianza; tu fe te ha curado". Y en aquel mismo instante quedó curada la mujer. Cuando llegó a la casa del jefe de la sinagoga, vio Jesús a los flautistas, y el tumulto de la gente y les dijo: "Retírense de aquí. La niña no está muerta; está dormida". Y todos se burlaron de él. En cuanto hicieron salir a la gente, entró Jesús, tomó a la niña de la mano y ésta se levantó. La noticia se difundió por toda aquella región. 

Palabra del Señor. 

Gloria a ti, Señor Jesús.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Señor, tú que nos diste a tu Hijo para que nos librara de la muerte y de todo mal, acepta este sacrificio que te ofrecemos en acción de gracias por habernos librado de nuestras tribulaciones. Por Jesucristo, nuestro Señor.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Sal 137, 1 ç

Te damos gracias, Señor, de todo corazón, porque escuchaste nuestros ruegos.

O bien: Sal 115, 12-13

¿Cómo le pagaré al Señor todo el bien que me ha hecho? Levantaré el cáliz de salvación e invocaré el nombre del Señor.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Dios todopoderoso, que, mediante este pan de vida, te dignas librar a tus siervos de las ataduras del pecado y restaurar piadosamente sus fuerzas, concédenos crecer sin cesar en la esperanza de la gloria. Por Jesucristo, nuestro Señor.

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