miércoles, 30 de octubre de 2019

LECTURAS DEL MIÉRCOLES XXX DEL T. ORDINARIO 30 DE OCTUBRE (VERDE)


Esfuércense en entrar por la puerta, que es angosta, pues yo les aseguro que muchos tratarán de entrar y no podrán.


 




ANTÍFONA DE ENTRADA Ef. 5, 19-20

Canten con todo el corazón las alabanzas al Señor. Den continuamente gracias a Dios Padre por todas las cosas, en nombre de nuestro Señor Jesucristo.

ORACIÓN COLECTA

Dios, Padre de todos los dones, de quien procede cuanto somos y tenemos, enséñanos a reconocer los beneficios de tu inmensa generosidad, y a amarte con sincero corazón y con todas nuestras fuerzas. Por nuestro Señor Jesucristo...

LITURGIA DE LA PALABRA

Todo contribuye al bien de los que aman a Dios.

De la carta del apóstol san Pablo a los romanos: 8, 26-30

Hermanos: El Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad, porque nosotros no sabemos pedir lo que nos conviene; pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos que no pueden expresarse con palabras. Y Dios, que conoce profundamente los corazones, sabe lo que el Espíritu quiere decir, porque el Espíritu ruega conforme a la voluntad de Dios, por los que le pertenecen.



Ya sabemos que todo contribuye para bien de los que aman a Dios, de aquellos que han sido llamados por él según su designio salvador.

En efecto, a quienes conoce de antemano, los predestina para que reproduzcan en sí mismos la imagen de su propio Hijo, a fin de que Él sea el primogénito entre muchos hermanos. A quienes predestina, los llama; a quienes llama, los justifica; y a quienes justifica, los glorifica.

Palabra de Dios. 

Te alabamos, Señor.



Del salmo 12 

R/. Confío, Señor, en tu bondad.



Atiende y respóndeme, Señor, Dios mío. Sigue dando luz a mis ojos y líbrame del sueño de la muerte, para que no digan mis adversarios que me han vencido ni se alegren de mi derrota. R/.

Pues yo confío en tu lealtad, mi corazón se alegra con tu salvación y cantaré al Señor por el bien que me ha hecho. R/.



ACLAMACIÓN Cfr. 2 Ts 2, 14 



R/. Aleluya, aleluya.



Dios nos ha llamado, por medio del Evangelio, a participar de la gloria de nuestro Señor Jesucristo. R/.


Vendrán del oriente y del poniente y participarán en el banquete del Reino de Dios.

Del santo Evangelio según san Lucas: 13, 22-30

En aquel tiempo, Jesús iba enseñando por ciudades y pueblos, mientras se encaminaba a Jerusalén. Alguien le preguntó: "Señor, ¿es verdad que son pocos los que se salvan?"



Jesús le respondió: "Esfuércense en entrar por la puerta, que es angosta, pues yo les aseguro que muchos tratarán de entrar y no podrán. Cuando el dueño de la casa se levante de la mesa y cierre la puerta, ustedes se quedarán afuera y se pondrán a tocar la puerta, diciendo: 'Señor, ábrenos'. Pero él les responderá: 'No sé quiénes son ustedes'. Entonces le dirán con insistencia: 'Hemos comido y bebido contigo y tú has enseñado en nuestras plazas'. Pero él replicará: 'Yo les aseguro que no sé quiénes son ustedes. Apártense de mí, todos ustedes los que hacen el mal'. Entonces llorarán ustedes y se desesperarán, cuando vean a Abraham, a Isaac, a Jacob y a todos los profetas en el Reino de Dios, y ustedes se vean echados fuera. Vendrán muchos del oriente y del poniente, del norte y del sur, y participarán en el banquete del Reino de Dios.

Pues los que ahora son los últimos, serán los primeros; y los que ahora son los primeros, serán los últimos". 

Palabra del Señor. 

Gloria a ti, Señor Jesús.


ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Te ofrecemos, Señor, este sacrificio de alabanza por los dones recibidos, y te suplicamos que nos concedas que lo que nos has dado sin méritos nuestros, lo dediquemos a la gloria de tu nombre. Por Jesucristo, nuestro Señor.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Sal 137, 1

Te damos gracias, Señor, de todo corazón, porque escuchaste nuestros ruegos.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Señor Dios, que nos has entregado como alimento espiritual el sacramento salvífico de tu Hijo, que te ofrecimos en acción de gracias, concédenos estar de tal manera sostenidos con los dones de fortaleza y alegría, que podamos servirte con más entrega y merezcamos así alcanzar nuevos beneficios tuyos. Por Jesucristo, nuestro Señor.

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