domingo, 9 de febrero de 2020

LECTURAS DEL DOMINGO V DEL T. ORDINARIO 9 DE FEBRERO (VERDE)


Para que viendo las buenas obras que ustedes hacen, den gloria a su Padre, que está en los cielos.







ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 94, 6-7

Entremos y adoremos de rodillas al Señor, creador nuestro, porque Él es nuestro Dios.

ORACIÓN COLECTA

Te rogamos, Señor, que guardes con incesante amor a tu familia santa, que tiene puesto su apoyo sólo en tu gracia, para que halle siempre en tu protección su fortaleza. Por nuestro Señor Jesucristo ...

LITURGIA DE LA PALABRA

Entonces surgirá tu luz como la aurora.

Del libro del profeta Isaías: 58, 7-10

Esto dice el Señor: "Comparte tu pan con el hambriento, abre tu casa al pobre sin techo, viste al desnudo y no des la espalda a tu propio hermano. Entonces surgirá tu luz como la aurora y cicatrizarán de prisa tus heridas; te abrirá camino la justicia y la gloria del Señor cerrará tu marcha. Entonces clamarás al Señor y Él te responderá; lo llamarás y Él te dirá: 'Aquí estoy'. Cuando renuncies a oprimir a los demás y destierres de ti el gesto amenazador y la palabra ofensiva; cuando compartas tu pan con el hambriento y sacies la necesidad del humillado, brillará tu luz en las tinieblas y tu oscuridad será como el mediodía". 

Palabra de Dios. 

Te alabamos, Señor.


Del salmo 111 

R/. El justo brilla como una luz en las tinieblas.


Quien es justo, clemente y compasivo, como una luz en las tinieblas brilla. Quienes, compadecidos, prestan y llevan su negocio honradamente, jamás se desviarán. R/.

El justo no vacilará; vivirá su recuerdo para siempre. No temerá malas noticias, porque en el Señor vive confiadamente. R/.

Firme está y sin temor su corazón. Al pobre da limosna, obra siempre conforme a la justicia; su frente se alzará llena de gloria. R/.


Les he anunciado a Cristo crucificado.

De la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios: 2, 1-5

Hermanos: Cuando llegué a la ciudad de ustedes para anunciarles el Evangelio, no busqué hacerlo mediante la elocuencia del lenguaje o la sabiduría humana, sino que resolví no hablarles sino de Jesucristo, más aún, de Jesucristo crucificado.


Me presenté ante ustedes débil y temblando de miedo. Cuando les hablé y les prediqué el Evangelio, no quise convencerlos con palabras de hombre sabio; al contrario, los convencí por medio del Espíritu y del poder de Dios, a fin de que la fe de ustedes dependiera del poder de Dios y no de la sabiduría de los hombres. 

Palabra de Dios. 

Te alabamos, Señor.



ACLAMACIÓN Jn 8, 12 






R/. Aleluya, aleluya.


Yo soy la luz del mundo, dice el Señor; el que me sigue tendrá la luz de la vida. R/.


Ustedes son la luz del mundo.

Del santo Evangelio según san Mateo: 5, 13-16

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Ustedes son la sal de la tierra. Si la sal se vuelve insípida, ¿con qué se le devolverá el sabor? Ya no sirve para nada y se tira a la calle para que la pise la gente.


Ustedes son la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad construida en lo alto de un monte; y cuando se enciende una vela, no se esconde debajo de una olla, sino que se pone sobre un candelero, para que alumbre a todos los de la casa.

Que de igual manera brille la luz de ustedes ante los hombres, para que viendo las buenas obras que ustedes hacen, den gloria a su Padre, que está en los cielos". 

Palabra del Señor. 

Gloria a ti, Señor Jesús.


Credo

PLEGARIA UNIVERSAL

Presentemos al Padre nuestras plegarias.

Después de cada petición diremos: Padre, escúchanos.

Para la Iglesia inmaculada del Dios verdadero, extendida por todo el mundo, pidamos la plena riqueza del amor de Dios. Oremos.

Para quienes gobiernan los pueblos y tienen en su mano el destino de los hombres, pidamos el espíritu de justicia y el deseo de servir a los ciudadanos. Oremos.

Para los enfermos y quienes viven angustiados, pidamos la salud y la fortaleza. Oremos.

Para los débiles que se ven oprimidos y para los justos que sufren persecución, pidamos la justicia y la esperanza. Oremos.

Para nosotros mismos, pidamos un amor servicial, una fe viva y una esperanza a toda
prueba. Oremos.

Escucha, Padre, nuestras plegarias, y llénanos de tu amor. Por Jesucristo, nuestro Señor

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Señor, Dios nuestro, tú que nos has dado este pan y este vino para reparar nuestras fuerzas, conviértelos para nosotros en sacramento de vida eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Prefacio para los domingos del Tiempo Ordinario

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Mt 5, 5-6

Dichosos los que lloran, porque serán consolados. Dichosos los que tienen hambre y sed de justicia, porque serán saciados.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN


Señor Dios, que quisiste hacemos participar de un mismo pan y un mismo cáliz, concédenos vivir de tal manera, que, hechos uno en Cristo, demos frutos con alegría para la salvación del mundo. Por Jesucristo, nuestro Señor.

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