miércoles, 4 de noviembre de 2020

LECTURAS DEL MIÉRCOLES XXXI DEL T. ORDINARIO 4 DE NOVIEMBRE SAN CARLOS BORROMEO CARDENAL (BLANCO)

 

El que no carga su cruz y me sigue, no puede ser mi discípulo.






ANTÍFONA DE ENTRADA Cfr. Lc 12, 42

Éste es el siervo fiel y prudente, a quien el Señor puso al frente de su familia, para darles a su tiempo la ración de trigo.

ORACIÓN COLECTA

Conserva, Señor, en tu pueblo el espíritu que infundiste en san Carlos Borromeo, obispo, a fin de que tu Iglesia, renovada sin cesar e identificándose cada vez más con tu Hijo, pueda mostrar al mundo el verdadero rostro de Cristo. El, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.

LITURGIA DE LA PALABRA

Sigan trabajando por su salvación, pues Dios es quien les da energía interior para que puedan querer y actuar.

De la carta del apóstol san Pablo a los filipenses: 2, 12-18

Queridos hermanos míos: Así como siempre me han obedecido cuando he estado presente entre ustedes, con mayor razón obedézcanme ahora que estoy ausente. Sigan trabajando por su salvación con humildad y temor de Dios, pues Él es quien les da energía interior para que puedan querer y actuar conforme a su voluntad.

Háganlo todo sin quejas ni discusiones, para que sean ustedes hijos de Dios, irreprochables, sencillos y sin mancha, en medio de los hombres malos y perversos de este tiempo. Entre ellos brillarán como antorchas en el mundo, al presentarles las palabras de la vida. Así, el día de la venida de Cristo, yo me sentiré orgulloso al comprobar que mis esfuerzos y trabajos no han sido inútiles. Y aunque yo tuviera que derramar mi sangre para que ustedes siguieran ofreciendo a Dios la ofrenda sagrada de su vida de fe, me sentiría feliz y me regocijaría con todos ustedes. Y ustedes, por su parte, alégrense y regocíjense conmigo. 

Palabra de Dios.  

Te alabamos, Señor.


Del salmo 26 

R/. El Señor es mi luz y mi salvación.

El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién voy a tenerle miedo? El Señor es la defensa de mi vida, ¿quién podrá hacerme temblar? R/.

Lo único que pido, lo único que busco es vivir en la casa del Señor toda mi vida, para disfrutar las bondades del Señor y estar continuamente en su presencia. R/.

La bondad del Señor espero ver en esta misma vida. Ármate de valor y fortaleza y en el Señor confía. R/.


ACLAMACIÓN 1 Pedro 4, 14 



R/. Aleluya, aleluya.


Dichosos ustedes, si los injurian por ser cristianos, porque el Espíritu de Dios descansa en ustedes. R/.


El que no renuncie a todos sus bienes no puede ser mi discípulo.

Del santo Evangelio según san Lucas: 14, 25-33

En aquel tiempo, caminaba con Jesús una gran muchedumbre y él, volviéndose a sus discípulos, les dijo:

"Si alguno quiere seguirme y no me prefiere a su padre y a su madre, a su esposa y a sus hijos, a sus hermanos y a sus hermanas, más aún, a sí mismo, no puede ser mi discípulo. Y el que no carga su cruz y me sigue, no puede ser mi discípulo.

Porque, ¿quién de ustedes, si quiere construir una torre, no se pone primero a calcular el costo, para ver si tiene con qué terminarla? No sea que, después de haber echado los cimientos, no pueda acabarla y todos los que se enteren comiencen a burlarse de él, diciendo: 'Este hombre comenzó a construir y no pudo terminar'.

¿O qué rey que va a combatir a otro rey, no se pone primero a considerar si será capaz de salir con diez mil soldados al encuentro del que viene contra él con veinte mil? Porque si no, cuando el otro esté aún lejos, le enviará una embajada para proponerle las condiciones de paz.

Así pues, cualquiera de ustedes que no renuncie a todos sus bienes, no puede ser mi discípulo". 

Palabra del Señor.

Gloria a ti, Señor Jesús.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Mira con bondad, Señor, los dones que presentamos sobre tu altar en la conmemoración de san Carlos, y así como quisiste que se distinguiera por celo en su oficio pastoral y por los méritos de sus preclaras virtudes, haz que nosotros, por la eficacia de este sacrificio, abundemos en frutos de buenas obras. Por Jesucristo, nuestro Señor.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Cfr. Lc 12, 36-37

Dichoso el siervo a quien, cuando regrese su señor y toque la puerta, lo encuentre en vela.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Que el santo sacramento que recibimos, Señor, nos comunique aquella fortaleza de espíritu que hizo a san Carlos fiel en su ministerio y fervoroso en la caridad. Por Jesucristo, nuestro Señor. 

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