sábado, 19 de octubre de 2024

LECTURAS DEL DOMINGO XXIX DEL T. ORDINARIO 20 DE OCTUBRE DOMUND (VERDE)

 

El Hijo del hombre, que no ha venido a que lo sirvan, sino a servir y a dar su vida por la redención de todos.




JORNADA MUNDIAL DE LAS MISIONES MR p. 1073 [1118] / Lecc. II p. 179


ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 95, 3-4


Anuncien a todos los pueblos la gloria del Señor, sus maravillas a todas las naciones, porque grande es el Señor y muy digno de alabanza.

Se dice Gloria.

ORACIÓN COLECTA


Dios nuestro, que has querido que tu Iglesia sea sacramento de salvación para todos los pueblos, de forma que así perdure la obra redentora de Cristo hasta el fin de los tiempos, despierta los corazones de tus fieles y haz que se sientan llamados a trabajar por la salvación de todos, con tanta mayor urgencia, cuanto es necesario que, de todas las naciones, surja y crezca para ti una sola familia y un solo pueblo. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.


LITURGIA DE LA PALABRA

El siervo del Señor hizo de su vida un sacrificio.

Del libro del profeta Isaías: 53, 10-11

El Señor quiso triturar a su siervo con el sufrimiento. Cuando entregue su vida como expiación, verá a sus descendientes, prolongará sus años y por medio de él prosperarán los designios del Señor. Por las fatigas de su alma, verá la luz y se saciará; con sus sufrimientos justificará mi siervo a muchos, cargando con los crímenes de ellos.

Palabra de Dios.

Te alabamos, Señor.

Del salmo 32 

R/. Muéstrate bondadoso con nosotros, Señor.

Sincera es la palabra del Señor y todas sus acciones son leales. Él ama la justicia y el derecho, la tierra llena está de sus bondades. R/.

Cuida el Señor de aquellos que lo temen y en su bondad confían; los salva de la muerte y en épocas de hambre les da vida. R/.

En el Señor está nuestra esperanza, pues Él es nuestra ayuda y nuestro amparo. Muéstrate bondadoso con nosotros, puesto que en ti, Señor hemos confiado. R/.

Acerquémonos con plena confianza al trono de la gracia.

De la carta a los hebreos: 4, 14-16

Hermanos: Puesto que Jesús es el Hijo de Dios, es nuestro sumo sacerdote, que ha entrado en el cielo, mantengamos firme la profesión de nuestra fe. En efecto, no tenemos un sumo sacerdote que no sea capaz de compadecerse de nuestros sufrimientos, puesto que él mismo ha pasado por las mismas pruebas que nosotros, excepto el pecado.

Acerquémonos, por tanto, con plena confianza al trono de la gracia, para recibir misericordia, hallar la gracia y obtener ayuda en el momento oportuno.

Palabra de Dios. 

Te alabamos, Señor.


ACLAMACIÓN Cfr. Mc 10, 45 




R/. Aleluya, aleluya.


Jesucristo vino a servir y a dar su vida por la salvación de todos. R/.


El Hijo del hombre ha venido a dar la vida por la redención de todos

Del santo Evangelio según san Marcos: 10, 35-45

En aquel tiempo, se acercaron a Jesús Santiago y Juan, los hijos de Zebedeo, y le dijeron: "Maestro, queremos que nos concedas lo que vamos a pedirte". Él les dijo: "Qué es lo que desean?" Le respondieron: "Concede que nos sentemos uno a tu derecha y otro a tu izquierda, cuando estés en tu gloria". Jesús les replicó: "No saben lo que piden. ¿Podrán pasar la prueba que yo voy a pasar y recibir el bautismo con el que yo seré bautizado?" Le respondieron: "Sí podemos". Y Jesús les dijo: "Ciertamente pasarán la prueba que yo voy a pasar y recibirán el bautismo con el que yo seré bautizado; pero eso de sentarse a mi derecha o a mi izquierda no me toca a mí concederlo; eso es para quienes está reservado".

Cuando los otros diez apóstoles oyeron esto, se indignaron contra Santiago y Juan. Jesús los reunió entonces a los Doce y les dijo: "Ya saben que los jefes de las naciones las gobiernan como si fueran sus dueños y los poderosos las oprimen. Pero no debe ser así entre ustedes. Al contrario: el que quiera ser grande entre ustedes, que sea su servidor, y el que quiera ser el primero, que sea el esclavo de todos, así como el Hijo del hombre, que no ha venido a que lo sirvan, sino a servir y a dar su vida por la redención de todos".

Palabra del Señor. 

Gloria a ti, Señor Jesús.

Credo

PLEGARIA UNIVERSAL 

Con confianza de hijos, presentemos a Dios nuestras intenciones y plegarias.

Después de cada petición diremos: Padre, escúchanos.

Por toda la Iglesia. Que dé testimonio de la Buena Nueva de Jesucristo de palabra y obra. Oremos.

Por los que ejercen algún poder en la sociedad. Que lo hagan siempre con coherencia y fidelidad. Oremos.

Por los enfermos, por los pobres, por los que sufren. Que el Señor los llene de su fuerza y de su consuelo. Oremos.

Por las mujeres. Que estén atentas y cuiden su salud para prevenir el cáncer de mama. Oremos.

Por los médicos. Que ejerzan su profesión como un verdadero servicio al prójimo. Oremos.

Por los que hoy nos hemos reunido para celebrar la Eucaristía. Que renovemos cada día nuestra fe con más fuerza y confianza en Dios. Oremos. 

Escucha, Padre de bondad, nuestras súplicas y llénanos siempre de tu amor y tu consuelo. Por Jesucristo, nuestro Señor. 


ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS


Señor, que lleguen a tu presencia soberana los dones de tu Iglesia suplicante, del mismo modo que fue tan grata a tus ojos la gloriosa pasión de tu Hijo, para la salvación del mundo. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.


ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Mc 16, 15


Vayan por todo el mundo y prediquen el Evangelio a toda creatura, dice el Señor.


ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN


Señor, que la participación en tu mesa nos santifique, y concede que todos los pueblos reciban con gratitud, por medio del sacramento de tu Iglesia, la salvación que tu Unigénito consumó en la cruz. Él, que vive y reina por los siglos de los siglos.

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