miércoles, 6 de julio de 2011

LECTURAS DEL JUEVES XIV DEL T. ORDINARIO 7 DE JULIO

EL MENSAJERO QUE ANUNCIA LA PAZ


Gn 44, 18-21. 23-29; 45,1-5; Mt 10, 7-15


La escena que nos presenta a José al momento de revelar su verdadera identidad a sus hermanos, culmina con un mensaje noble y esperanzador. José reinterpreta con mirada creyente la traición y la crueldad de sus hermanos y no toma represalia alguna en su contra. El primer evangelio retrata al Señor Jesús al momento de enviar a los Doce como portadores de un mensaje de paz y reconciliación para los pueblos de Galilea. Las familias y las sociedades seguimos padeciendo divisiones y luchas. La paz seguirá construyéndose a partir de relaciones fincadas en la justicia y el perdón. Ni una, ni otro, salen sobrando.


ANTÍFONA DE ENTRADA (Hb 7, 24)


Cristo, mediador de la nueva alianza, por el hecho de permanecer para siempre, posee un sacerdocio perpetuo.


ORACIÓN COLECTA


Dios nuestro, que para gloria tuya y salvación de todos los hombres constituiste Sumo y Eterno Sacerdote a tu Hijo, Jesucristo, concede a quienes Él ha elegido como ministros suyos y administradores de sus sacramentos y de su Evangelio, la gracia de ser fieles en el cumplimiento de su ministerio. Por nuestro Señor Jesucristo...


LITURGIA DE LA PALABRA


Dios me mandó a Egipto para salvarles la vida.



Del libro del Génesis: 44, 18-21. 23-29; 45, 1-5



En aquellos días, se acercó Judá a José y le dijo: "Con tu permiso, señor, tu siervo va a pronunciar algunas palabras a tu oído; no te enojes con tu siervo, pues tú eres como un segundo faraón. Tú, señor, nos preguntaste: `¿Tienen padre o algún hermano?'. 

Nosotros te respondimos: 'Sí, tenemos un padre anciano, con un hijo pequeño, que le nació en su vejez. Como es el único que le queda de su madre, pues el otro hermano ya murió, su padre lo ama tiernamente'. Entonces tú dijiste a tus siervos: 'Tráiganmelo para que yo lo vea con mis propios ojos, pues si no viene su hermano menor con ustedes, no los volveré a recibir'.


Cuando regresamos a donde está nuestro padre, tu siervo, le referimos lo que nos habías dicho. Nuestro padre nos dijo: 'Vuelvan a Egipto y cómprennos víveres'. Nosotros le dijimos: `No podemos volver, a menos que nuestro hermano menor vaya con nosotros. Sólo así volveríamos, porque no podemos presentarnos ante el ministro del faraón, si no va con nosotros nuestro hermano menor'. Nuestro padre, tu siervo, nos dijo entonces: Ya saben que mi mujer me dio dos hijos: uno desapareció y ustedes me dijeron que una fiera se lo había comido y ya no lo he vuelto a ver. Ahora se llevan también a éste; si le ocurre una desgracia, me van a matar de dolor' ".

Entonces José ya no pudo aguantarse más y ordenó a todos los que lo acompañaban que salieran de ahí. Nadie se quedó con él cuando se dio a conocer a sus hermanos. José se puso a llorar a gritos; lo oyeron los egipcios y llegó la noticia hasta la casa del faraón.

Después les dijo a sus hermanos: "Yo soy José. ¿Vive todavía mi padre?". Sus hermanos no podían contestarle, porque el miedo se había apoderado de ellos. José les dijo:

"Acérquense". Se acercaron y él continuó: "Yo soy su hermano José, a quien ustedes vendieron a los egipcios. Pero no se asusten ni se aflijan por haberme vendido, pues Dios me mandó a Egipto antes que a ustedes para salvarles la vida".


 Palabra de Dios.


Te alabamos, Señor.




Del salmo 104



 R/. Recordemos los prodigios del Señor.



Cuando el Señor mandó el hambre sobre el país y acabó con todas las cosechas, ya había enviado por delante a un hombre: a José, vendido como esclavo. R/.


Le trabaron los pies con grilletes y rodearon su cuerpo con cadenas, hasta que se cumplió su predicción y Dios lo acreditó con su palabra. R/.


El rey mandó que lo soltaran, el jefe de esos pueblos lo libró, lo nombró administrador de su casa y señor de todas sus posesiones. R/.




ACLAMACIÓN (Mc 1, 15)


 R/. Aleluya, aleluya.


El Reino de Dios ya está cerca, dice el Señor. Conviértanse y crean en el Evangelio. R/.




Gratuitamente han recibido este poder; ejérzanlo, pues, gratuitamente.



Del santo Evangelio según san Mateo: 10, 7-15



En aquel tiempo, envió Jesús a los Doce con estas instrucciones: "Vayan y proclamen por el camino que ya se acerca el Reino de los cielos. Curen a los leprosos y demás enfermos; resuciten a los muertos y echen fuera a los demonios. Gratuitamente han recibido este poder; ejérzanlo, pues, gratuitamente.



No lleven con ustedes, en su cinturón, monedas de oro, de plata o de cobre. No lleven morral para el camino ni dos túnicas ni sandalias ni bordón, porque el trabajador tiene derecho a su sustento.


Cuando entren en una ciudad o en un pueblo, pregunten por alguien respetable y hospédense en su casa hasta que se vayan. Al entrar, saluden así: 'Que haya paz en esta casa'. Y si aquella casa es digna, la paz de ustedes reinará en ella; si no es digna, el saludo de paz de ustedes no les aprovechará. Y si no los reciben o no escuchan sus palabras, al salir de aquella casa o de aquella ciudad, sacúdanse el polvo de los pies. Yo les aseguro que el día del juicio, Sodoma y Gomorra serán tratadas con menos rigor que esa ciudad".


 Palabra del Señor.


 Gloria a ti, Señor Jesús.




ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS


Que Jesucristo, nuestro Mediador, haga que te sean aceptables, Señor, nuestras ofrendas y que su sacrificio redentor nos haga vivir cada día más unidos a Él, para que toda nuestra vida sea grata a tus ojos. Por Jesucristo, nuestro Señor.


ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Mt 28, 20)


Sepan que yo estaré con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo.


ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN


Que el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo, que hemos ofrecido en el sacrificio y recibido en la comunión, sean para nosotros, Señor, el principio de una vida nueva, a fin de que, unidos a ti por el amor, demos frutos que permanezcan para siempre. Por Jesucristo, nuestro Señor.

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