viernes, 29 de julio de 2011

LECTURAS DEL VIERNES XVII DEL T. ORDINARIO 29 DE JULIO SANTA MARTA

LA FIESTA Y LA EXPIACIÓN







Lv 23, 1. 4-11. 15-16. 27. 34-37; Jn 11, 19-27


El ciclo anual de aquellas comunidades campesinas estaba salpicado de momentos festivos. La cosecha del trigo, la vendimia de las uvas, el esquileo del rebaño eran momentos para subir a agradecer las bendiciones divinas. Los conflictos, las rebeliones y pleitos entre hermanos, también eran ocasión de proclamar un nuevo comienzo. La ceremonia de la expiación como voluntad de recomenzar en serio la vida fraterna. El relato de la revivificación de Lázaro es una interpelación a nuestra aquietada conciencia. No podemos enredarnos en esta chaparra existencia de consumismo banal. La plenitud de la vida no está en los compradores frenéticos, ni en los desmedidos placeres fugaces.


ANTÍFONA DE ENTRADA (Lc 10, 38)


Cuando Jesús llegó a Betania una mujer, llamada Marta, lo recibió en su casa.


ORACIÓN COLECTA


Dios nuestro, que concediste a santa Marta el privilegio de hospedar y servir en su casa a tu Hijo, Jesucristo, concédenos, por su intercesión, no cerrar nunca nuestras puertas a los que nos necesitan, y ser recibidos por ti en tu casa del cielo. Por nuestro Señor Jesucristo...


LITURGIA DE LA PALABRA


En las festividades del Señor se reunirán en asamblea litúrgica.

Del libro del Levítico: 23, 1. 4-11. 15-16. 27. 34-37



El Señor habló a Moisés y le dijo: "Éstas son las festividades del Señor, en las que convocarán a asambleas litúrgicas.



El día catorce del primer mes, al atardecer, es la fiesta de la Pascua del Señor. El día quince del mismo mes es la fiesta de los panes Ázimos, dedicada al Señor. Comerán panes sin levadura durante siete días. El primer día de éstos se reunirán en asamblea litúrgica y no harán trabajos serviles. Los siete días harán ofrendas al Señor. El séptimo día se volverán a reunir en asamblea litúrgica y no harán trabajos serviles".


El Señor volvió a hablar a Moisés y le dijo: "Di a los hijos de Israel: 'Cuando entren en la tierra que yo les voy a dar y recojan la cosecha, le llevarán la primera gavilla al sacerdote, quien la agitará ritualmente en presencia del Señor el día siguiente al sábado, para que sea aceptada. Pasadas siete semanas completas, contando desde el día siguiente al sábado en que lleven la gavilla para la agitación ritual, hasta el día siguiente al séptimo sábado, es decir, a los cincuenta días, harán una nueva ofrenda al Señor.


El día diez del séptimo mes es el día de la Expiación. Se reunirán en asamblea litúrgica, harán penitencia y presentarán una ofrenda al Señor. El día quince de este séptimo mes comienza la fiesta de los Campamentos, dedicada al Señor, y dura siete días. El primer día se reunirán en asamblea litúrgica. No harán trabajos serviles. Los siete días harán ofrendas al Señor. El octavo día volverán a reunirse en asamblea litúrgica y a hacer una ofrenda al Señor. Es día de reunión religiosa solemne. No harán trabajos serviles.


Éstas son las festividades del Señor, en las que se reunirán en asamblea litúrgica y ofrecerán al Señor oblaciones, holocaustos y ofrendas, sacrificios de comunión y libaciones, según corresponde a cada día' ". 

Palabra de Dios.


 Te alabamos, Señor.




Del salmo 80 


R/. Aclamemos al Señor, nuestro Dios.



Entonemos un canto al son de las guitarras y del arpa. Que suene la trompeta en esta fiesta que conmemora nuestra alianza. R/.


Porque ésta es una ley en Israel, es un precepto que el Dios de Jacob estableció para su pueblo, cuando lo rescató de Egipto. R/.


"No tendrás otro Dios fuera de mí ni adorarás a dioses extranjeros. Pues yo, el Señor, soy el Dios tuyo, el que te sacó de Egipto, tu destierro". R/.




ACLAMACIÓN (Jn 8, 12)


 R/. Aleluya, aleluya.

Yo soy la luz del mundo, dice el Señor; el que me sigue tendrá la luz de la vida. R/.







Creo firmemente que tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo.

Del santo Evangelio según san Juan: 11, 19-27



En aquel tiempo, muchos judíos habían ido a ver a Marta y a María para consolarlas por la muerte de su hermano Lázaro. Apenas oyó Marta que Jesús llegaba, salió a su encuentro; pero María se quedó en casa. Le dijo Marta a Jesús: "Señor, si hubieras estado aquí, no habría muerto mi hermano. Pero aun ahora estoy segura de que Dios te concederá cuanto le pidas".



Jesús le dijo: "Tu hermano resucitará". Marta respondió: "Ya sé que resucitará en la resurrección del último día". Jesús le dijo: "Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en mí, aunque haya muerto, vivirá; y todo aquel que está vivo y cree en mí, no morirá para siempre. ¿Crees tú esto?". Ella le contestó: "Sí, Señor. Creo firmemente que tú eres el Mesías, el Hijo de Dios, el que tenía que venir al mundo".


 Palabra del Señor.


 Gloria a ti, Señor Jesús.



ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS


Señor, al proclamar las maravillas que realizaste en santa Marta, te pedimos humildemente que, así como te fue grato el homenaje de su amor, también te sean agradables las ofrendas con que te manifestamos nuestra sumisión. Por Jesucristo, nuestro Señor.


ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (Jn 11, 27)


Marta dijo a Jesús: Sí, Señor, yo creo que tú eres el Mesías, el Hijo de Dios, que ha venido al mundo.


ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN


Que la recepción del Cuerpo y de la Sangre de tu Hijo nos ayude, Señor, a comprender, por intercesión de santa Marta, que muchas cosas nos preocupan e inquietan, pero una sola es necesaria: amarte y servirte aquí en la tierra. Por Jesucristo, nuestro Señor.

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