jueves, 14 de julio de 2011

LECTURAS DEL JUEVES XV DEL T. ORDINARIO 14 DE JULIO

MI YUGO ES SUAVE






Ex 3, 13-20; Mt 11, 28-30


Moisés no quiere marchar a negociar la liberación de sus hermanos. Sabe que el faraón no cederá ante sus demandas y se resiste una y otra vez. El Señor le anticipa que su movimiento alcanzará un desenlace favorable y que hasta las mujeres de los egipcios, se congratularán por su partida. Los esclavos se marcharán con las manos llenas porque el Señor moverá el corazón de sus vecinos. La espiritualidad del Éxodo revive en el mensaje de Jesús que recupera el motivo del yugo, asociado tradicionalmente con la esclavitud egipcia, y lo reivindica y revalora, al proponernos asumir voluntariamente una opción de servicio exclusivo a favor del Reinado de Dios.

ANTÍFONA DE ENTRADA (Sal 109, 4)


El Señor lo ha jurado y el Señor no se retracta. Tú eres sacerdote para siempre, como lo es Melquisedec.


ORACIÓN COLECTA


Señor Dios, que para gloria tuya y salvación nuestra constituiste a Cristo sumo y eterno sacerdote, concede al pueblo redimido con su sangre obtener, por la participación en este memorial, los frutos de la muerte y resurrección de tu Hijo, que vive y reina contigo...


LITURGIA DE LA PALABRA


Mi nombre es "Yo-soy". - "Yo-soy" me envía a ustedes.

Del libro del Éxodo: 3, 13-20



En aquel tiempo, Moisés [después de oír la voz del Señor en medio de la zarza] le dijo: "Está bien. Me presentaré a los hijos de Israel y les diré: 'El Dios de sus padres me envía a ustedes'; pero cuando me pregunten cuál es su nombre, ¿qué les voy a responder?".



Dios le contestó a Moisés: "Mi nombre es Yo-soy"; y añadió: "Esto les dirás a los israelitas: 'Yo-soy me envía a ustedes'. También les dirás: 'El Señor, el Dios de sus padres, el Dios de Abraham, el Dios de Isaac, el Dios de Jacob, me envía a ustedes. Éste es mi nombre para siempre. Con este nombre me han de recordar de generación en generación'. Ve a reunir a los ancianos de Israel y diles: El Señor, el Dios de sus padres, el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, se me apareció y me dijo: 'Yo he venido a ustedes porque he visto cómo los maltratan en Egipto. He decidido sacarlos de la esclavitud de Egipto para llevarlos al país de los cananeos, hititas, amorreos, perezeos, jiveos y yebuseos, a una tierra que mana leche y miel'. Los ancianos de Israel escucharán tu voz y tú irás con ellos a ver al faraón y le dirán: 'El Señor, el Dios de los hebreos, se nos ha aparecido. Permítenos caminar tres días por el desierto, para ofrecer sacrificios al Señor, nuestro Dios'.


Ya sé que el faraón no los dejará ir, si no se ve obligado. Por eso yo extenderé mi brazo y azotaré a los egipcios con toda clase de males, y finalmente el faraón los dejará salir".

Palabra de Dios.

Te alabamos, Señor.




Del salmo 104

 R/. El Señor nunca olvida sus promesas.



Aclamen al Señor y denle gracias, relaten sus prodigios a los pueblos. Entonen en su honor himnos y cantos, celebren sus portentos. R/.


Ni aunque transcurran mil generaciones, se olvidará el Señor de sus promesas, de la alianza pactada con Abraham, del juramento a Isaac, que un día le hiciera. R/.


Dios hizo a su pueblo muy fecundo, más poderoso que sus enemigos. A éstos les endureció el corazón para que odiaran a su pueblo y le pusieran asechanzas a sus siervos. R/.


Pero envió a su siervo, Moisés, y a Aarón, su elegido, a que hicieran contra ellos sus señales anunciadas, sus prodigios en la tierra de Egipto. R/.




ACLAMACIÓN (Mt 11, 28)


 R/. Aleluya, aleluya.


Vengan a mí, todos los que están fatigados y agobiados por la carga, y yo les daré alivio, dice el Señor. R/.



Soy manso y humilde de corazón.

Del santo Evangelio según san Mateo: 11, 28-30


En aquel tiempo, Jesús dijo: "Vengan a mí, todos los que están fatigados y agobiados por la carga, y yo les daré alivio. Tomen mi yugo sobre ustedes y aprendan de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontrarán descanso, porque mi yugo es suave y mi carga, ligera"

Palabra del Señor.

Gloria a ti, Señor Jesús.


ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS


Concédenos, Señor, participar dignamente en esta Eucaristía, porque cada vez que celebramos el memorial del sacrificio de tu Hijo, se lleva a cabo la obra de nuestra redención. Por Jesucristo, nuestro Señor.


ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN (1 Co 11, 24-25)


Éste es mi Cuerpo, que se da por ustedes. Este cáliz es la nueva alianza establecida por mi Sangre; cuantas veces lo beban, háganlo en memoria mía, dice el Señor.


ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN


Señor, tú que nos has concedido el gozo de participar en esta Eucaristía, memorial de la muerte y resurrección de tu Hijo, haz que, unidos siempre a El, vivamos como verdaderos hijos tuyos. Por Jesucristo, nuestro Señor.

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